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Anarquía relacional: Relaciones personalizadas.

«Ya no quiero ser tu novio, prefiero que seamos amigos sexuales», me dijo alguien hace tiempo. En otro momento, esto hubiera roto mi corazón y me hubiera llevado a un espiral obscuro e interminable que empezaba con la idea de que no soy importante, no soy suficiente y la única forma de mantener esa relación es volverme un juguete. En mi cabeza, la única razón plausible para eso era que no quisiera tener un vínculo afectivo conmigo y que, por supuesto, eso fuera mi culpa.

Afortunadamente, hoy tengo otras herramientas. Así que le pregunté, «¿Qué es un amigo sexual para ti?». La respuesta fue alguien que:

  • Quiero mucho
  • Es importante para mí
  • Veo frecuentemente
  • Compartimos espacios y actividades
  • Tenemos sexo
  • Estoy para apoyarle y él para mí
  • Mantenemos contacto
  • Nos contamos cosas

No sé qué pienses tú que estás leyendo esto, pero yo inmediatamente pensé «eso es un novio», pero rápidamente le agregué un «para mí» al final.

Relaciones unitalla

¿Has comprado ropa unitalla? Yo no entiendo el concepto. Con la diversidad de cuerpos que hay en el mundo, ¿cómo rayos va a quedarle un tamaño a todos? Seguramente habrá quienes se sientan más cómodos que otros, pero tanto como que nos quede perfecto… no lo sé, Rick.

Lo mismo me pasa con las relaciones tradicionales. De chiquito, yo soñaba con tener una relación como en la tele y en las historias. Bueno, no exactamente, porque siempre era tristeza, infidelidad, enojo, peleas, decepción y tragedia. Las parejas que estaban felices acababan su historia en “ya lo logramos, termina la película para que no vean lo que pasa después». El punto es que el camino estaba muy claro, conoces a alguien, te enamoras, se hacen novios, viven juntos y se casan.

Nunca tuve que cuestionarme qué quería yo porque no tenía opción. Era eso o quedarme solo (y me decían que era lo peor que me podía pasar). Por lo tanto, nunca me quejé cuando había cosas que no me quedaban particularmente bien, desde la exclusividad sexual hasta la idea de compartir finanzas. Y cada que algo me incomodaba, inmediatamente procedía a culparme a mí mismo.

¡Imagínate ir a una zapatería, probarte un número que no te queda y asumir que el problema es tu pie!

Y es que eso es lo que nos enseñan. Hay una forma de amar y, si no te queda, el problema eres tú. Ni le busques porque el sistema no está roto, tú eres el problema.

Pero, ¿y si no soy yo?

Relaciones a tu medida

Aquí entra un concepto muy, muy mal utilizado. ¿Ubicas a John Wick? Famosamente utiliza un lápiz para vengarse por su perrito y deshace mafias enteras. Un lápiz es una herramienta muy útil y no tiene nada inherentemente malo, pero claramente depende de cómo lo uses. La anarquía relacional es algo similar. Puede servir para especificar necesidades, flexibilizar contratos y modificar de acuerdo a lo que requieran las personas de la relación.

O puede servir para darle en la madre a todos.

Primero quiero decirte lo que la anarquía relacional no es.

  • No es libertad para que todos hagan lo que quieran sin considerar a las personas con quienes se relacionan
  • No son vínculos sin nombre y sin expectativas, ni acuerdos
  • No es una forma más evolucionada y elevada de relacionarse
  • No es una doctrina para avergonzar y atacar a personas que practiquen algún otro modelo relacional
  • No es una excusa para evitar generar relaciones cercanas, íntimas y de apego (por favor, lee qué es el apego).

No podría contar la cantidad que he recibido personas confundidas, heridas y manipuladas para creer que ellas estaban mal y simplemente les faltaba deconstrucción. Cuando alguien llega contigo, te dice que es anárquico relacional y luego te culpa por tener necesidades y deseos como ser humano básico en una relación, ahí no es.

Ya con eso aclarado, la anarquía relacional es un modelo donde se abandonan las etiquetas preestablecidas para asegurarme de atender las necesidades particulares de cada relación, sin que me estorben ideas que no nos queden. Se enfoca en la transparencia radical, respeto por la agencia del otro y compromiso para crear acuerdos flexibles.

La anarquía relacional se ve así:
«¡Hola persona con quien estoy formando un vínculo! Quiero expresarte mis deseos y necesidades, conocer los tuyos y juntos explorar qué nos podemos dar y qué cosas son negociables. Tengamos algunas pláticas para establecer acuerdos juntos y asegurémonos de crear un ambiente seguro donde ambos podamos renegociar si es que no nos sentimos cómodos con lo que establecimos.»

La anarquía relacional NO se ve así:
«¡Hola! Pues sí hacemos cosas, pero no quiero hablar de lo que quiero y no me importa lo que tú quieras. Hay que fluir y dejar que todo surja solito porque no quiero ningún tipo de limitación porque soy excesivamente libre y la intimidad y el compromiso me abruman.”

En el 2006, Andie Nordgren comienza el movimiento de anarquía relacional con su manifiesto que tiene 9 puntos. Aquí te pongo esos puntos y mi interpretación de cada uno de ellos.

  • El amor es abundante y cada relación es única
    • No hagas una jerarquía comparando relaciones por importancia o valor. Aprecia cada relación por lo que es y atesora tu conexión con esa persona. El amor no está restringido a una persona.
  • Amor y respeto en lugar de derechos
    • No tienes derecho a que la otra persona diga o haga algo sólo por el título o el amor que se profesan. Más que buscar qué te “debe” la otra persona, explora su conexión a través del respeto por su autonomía.
  • Encuentra tu núcleo de valores en una relación
    • Conoce lo que tú necesitas en una relación y busca personas compatibles.
  • El heterosexismo está desenfrenado, pero no te dejes guiar por el miedo
    • Hay un sistema que dicta que sólo las relaciones monógamas y heterosexuales son válidas. Este sistema es enorme, poderoso e influyente. Manéjate con compasión y construye redes compatibles con tus valores.
  • Construye para la hermosa incertidumbre
    • Muévete hacia la exploración y la curiosidad, no huyendo del miedo, utilizando los “deberías” para asegurar un futuro que no conoces.
  • Fíngelo hasta que lo consigas
    • ¡Cuidado con este! Recuerda que si duele, ahí no es. Más bien se refiere a que imagines cómo actuaría esa versión de ti que quieres ser y trabajes para llegar hacia allá.
  • La confianza es mejor
    • Este punto se refiere a lo que yo llamo compasión. Asume buena intención y confía en que la otra persona no hace lo que hace para joderte. Si te sientes herido, tu dolor es válido y la otra persona puede atenderte y reparar, aunque no sea un villano.
  • Cambia a través de la comunicación
    • Los acuerdos son flexibles, pero para que eso suceda hay que comunicar lo que va sucediendo.
  • Personaliza tu compromiso
    • Olvídate de lo que deberían hacer amigos, novios, esposos, etc. Enfócate en lo que tú y la otra persona quieren.
Elije tu platillo ideal

Todo esto suena súper bonito e idílico y no es nada utópico. La cosa es que requiere esfuerzo y trabajo para poder encontrar una nueva forma de relacionarme.

Siendo que la idea es poder construir nuestras relaciones a la medida de las personas involucradas. Para esto, Lyrica Lawrence y Heather Orr de Vancouver Polyamory crearon una herramienta llamada Relationship Anarchy Smorgasbord (Buffet de la anarquía relacional) en el 2016 y ha sido revisada cinco veces. Aquí puedes consultar la última versión revisada por Max Hill en 2019.

La herramienta funciona así. Imagina que tú y la otra persona con quien te quieres relacionar van a un buffet donde pueden elegir todo lo que quieran. La única condición es que van a compartir un plato. De las opciones que hay, cada quien elegirá cosas que le gusten y decidirá si es algo esencial, negociable o algo que definitivamente no quieren en el plato. Con cada ingrediente, hay que negociar y ver si lo ponemos en el plato o no, y en qué cantidad. Puedes ver mi versión de esta herramienta que incluye definiciones de relaciones éticas, ejercicios y preguntas para explorar tu ideal y una alternativa al Smorgasbord, disponible aquí.

Por ejemplo:

En la categoría de «comunicación» están las opciones:

  • Frecuencia y método
  • Diariamente
  • Semanalmente
  • Anualmente
  • En persona
  • Por mensaje
  • Llamadas
  • Inconsistentemente

En mi relación con uno de mis vínculos ancla, mi plato se vería así:

  • Frecuencia y método
    • Diariamente
      • Por mensaje
      • Por llamada
      • Por redes sociales
    • Al menos tres veces por semana
      • En persona

Ahora, ese es mi ideal. Todavía falta saber si a la otra persona le hace sentido. Para eso, es necesario contar con herramientas de comunicación y resolución de conflicto que me permitan llegar a un punto donde estemos cómodos.

Tú puedes quedarte con la lista de necesidades y posibilidades que te brinda una etiqueta como «novio» según la sociedad, o puedes diseñar la relación que necesitas con la persona con la que te relacionas.

¿Tú qué quieres?

3 Comentarios

  1. Describiste exactamente a la persona con la que salí durante 10 meses practicando una anarquía NO relacional conmigo, diciéndome que fluyera, que no le gustaban las etiquetas, etc. Sin yo saber donde estaba, terminé enamorándome y descubrí que me engañaba con otras personas con las que tenía “una historia” antes de conocerme. Me dejó hecho mierda.

  2. La alternativa al smorgasbord es el formato RADAR? Es que el link me manda a la membresía de l comunidad 🙁

  3. Ay! Me hubiera gustado leer esto hace meses cuando la persona con la que estaba saliendo me dijo «hay que fluir» y cuando le pregunté que era lo que quería me respondió «quiero algo más libre y el compromiso me abruma». Hasta sentí que yo era la que estaba mal por necesitar algo más específico. Muchas gracias!


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