Anarquía relacional: Relaciones personalizadas.

Imagina que tú y la otra persona con quien te quieres relacionar van a un buffet donde pueden elegir todo lo que quieran. La única condición es que van a compartir un plato. De las opciones que hay, cada quien elegirá cosas que le gusten y decidirá si es algo esencial, negociable o algo que definitivamente no quieren en el plato.

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