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Agencia: El primer pilar de relaciones éticas.

Empezando mi vida en relaciones románticas, estaba muy emocionado y lleno de anticipación pensando todo lo que podría pasar. ¿Sería que el destino me llevaría a conocer a mi príncipe azul inmediatamente? O tal vez tendría que pasar por algunas pruebas primero, hasta que los dioses del Olimpo decidieran que finalmente merecería mi final feliz.

Fue así que me di cuenta también de todo lo desagradable que podía sucederme. De hecho, mi primer novio oficial fue alguien que conocí en un bar, le hablé después de que nuestros ojos se encontraron y sentí ese flechazo que me dijo «aquí es, él es the one«. Y es que yo no tenía opción, claramente Cupido había hecho de las suyas.

Resultó una relación con mucho dolor y violencia.

¿Cómo podía la gente vivir así a la merced de lo que sucedía?

Las cosas no “me pasan”

Al entrar en la no monogamia ética, esto sólo aumentó. La incertidumbre y las variables se exponenciaban con cada persona que existía. “¡Es que todo puede pasar!”, gritaba en mi interior. Lo que empezó como un hermoso viaje a Disney se volvió rápidamente más bien un escenario de película de terror japonés (del que soy fan, por cierto).

Esto fue hasta que descubrí que las cosas no “me pasan”. No son las estrellas, ni el destino, ni Cupido, ni los dioses del Olimpo los que decidieron que yo saliera con ese hombre del bar hace tantos años. Yo lo decidí. No fue la mejor decisión, no sabía que tenía mejores opciones y no tenía la más mínima idea de que lo estaba haciendo, pero sí lo decidí.

En la sociología y la filosofía, a esto le llamamos agencia. Literalmente, la capacidad que tengo como un ser vivo de actuar. Puede ser consciente, inconsciente, intencional o no, al menos a nivel conceptual. En otras palabras, me levanto, como, respiro porque tengo agencia. Puedo actuar.

Es similar al libre albedrío, pero con sutiles diferencias. En pocas palabras, la agencia es el qué hago y el libre albedrío el cómo decido hacerlo.

En mis relaciones, me di cuenta de que no estaba reconociendo mi agencia y mi capacidad de elegir y tomar decisiones. Más bien, le echaba la culpa y responsabilizaba a todo a mi alrededor, desde el destino hasta la “toxicidad”.

Mi ojo estaba puesto en lo que hacía el otro, no en lo que hacía yo. Esto me dejaba sintiéndome indefenso, vulnerable e impotente.

¿Entonces puedo hacer todo lo que yo quiera?

Una cosa es poder hacerlo y otra que te sea conveniente. Es cierto que puedo subirme a un avión en este momento e intentar volar a Japón. También es cierto que en el mejor de los casos, no podré prenderlo y, en el peor, moriré en una bola de fuego.

La libertad sin responsabilidad es insostenible, irresponsable y peligrosa.

La agencia humana requiere estar conscientes de que lo que hacemos tiene consecuencias y ahí es mi responsabilidad poder evaluar la situación a partir de mis valores para saber si están alineados. En una sociedad, es importante poder tener valores compatibles para que nuestra interacción no termine en guerras internas, sombrerazos y una explosión de enojo e indignación.

¿Ya entiendes por qué el mundo es un desmadre? Todos vivimos en mundos internos diferentes y todos creemos tener la razón.

Regresemos a lo que nos importa en este momento, qué onda con la agencia en mis relaciones.

La agencia se ve como: 

  • Tomar decisiones
  • Desde dónde vamos a comer hasta qué tipo de relación quiero tener contigo
  • Ejercer límites firmes y amorosos
  • Sabiendo que no necesito el consentimiento, ni la participación de la otra persona para esto
  • Responsabilizarme de lo que me toca
  • Al ser agente, no soy víctima indefensa y pasiva de lo que me sucede
  • Validarme en lo que hago y siento
  • No necesito más razón para sentir lo que siento que el hecho de que esté pasando
¿Y cómo sé si estoy haciendo lo correcto?

Para esto, podemos hablar de agencia moral. La moral es personal y es así como yo determino qué es “bueno” o “malo” para . Mucho cuidado con esto, la moral no es un arma para ir diciéndole a la gente qué mala es, sino un estándar que yo establezco para mis propias acciones.

No utilices herramientas como armas. Todo esto es para ti, no para juzgar a otras personas desde una plataforma de superioridad moral.

Para ejercer mi agencia moral, necesito tener en cuenta tres cosas:

  1. Mis competencias morales
    • Capacidad de:
      • Razonamiento
      • Reconocimiento
      • Respuesta
      • Discernimiento
      • Responsabilidad
  2. El marco normativo
    • Las reglas de la relación en la que me estoy desarrollando y qué me permiten o no hacer
  3. Las restricciones situacionales
    • Como no saber volar un avión
Por ejemplo

Una persona en estado de ebriedad tiene agencia y puede actuar, pero no tiene capacidad de razonamiento, ni de discernimiento de lo que está pasando debido a que sus sentidos están entorpecidos. Las reglas dicen que una persona bajo la influencia de una droga no debe manejar. Tal vez, un amigo responsable le quitó las llaves. En ese caso, la persona no tiene agencia moral para manejar.

¿Esto quiere decir que si maneja y tiene un accidente no es su culpa? No. Sigue siendo responsable de sus acciones, sólo no tiene agencia moral.

Como seres humanos, también tenemos la capacidad de prever y evitar muchas situaciones. Aún así, conforme a la responsabilidad afectiva, el no poder hacerlo no me exime de las consecuencias de mis actos. En el ejemplo de la persona ebria, aunque es cierto que no tiene agencia moral en el momento de estar bajo los efectos del alcohol, sí la tenía cuando decidió consumir en exceso.

Ahora sabes por qué dicen que no debes tomar decisiones que afecten tu vida durante el periodo de ENR. En esos momentos tienes bien poquitas capacidades morales activas (por eso hay que prevenir como lo digo en este artículo)

¿En qué momento pierdo mi agencia en una relación?

Tener agencia me puede llevar a darme cuenta de que si mi relación no es lo que quiero, puedo hacer algo al respecto: cambiar algo o cambiar de relación. Sin embargo, no siempre es tan sencillo como “pues déjalo y ya, goooeeeeey”. Hace poco vi un comentario en uno de mis TikToks (¿ya me sigues?) donde alguien decía “¿por qué no te puedes ir? ¿a poco te tienen amarrado al sótano?”.

Aquí el paréntesis de siempre, pero explicado: en situaciones de violencia extrema, gaslighting o donde mi vida o integridad corren peligro, no tengo agencia moral. En esos casos, no es tan simple como “irte y ya” – se requiere ayuda profesional y una red de apoyo. 

Ahora, en relaciones medianamente decentes donde la violencia no es intencional y simplemente producto de las herramientas pinches que adquirimos cuando no sabemos que podemos hacerlo mejor (revisa el artículo de compasión), podemos sentirnos sin agencia moral por varias razones. Para empezar, perder una conexión con alguien importante SÍ puede sentirse como que te mueres. Las sensaciones físicas producidas por nuestro cerebro en crisis son una tortura.

¿Realmente te estás muriendo? No. ¿Importa? Pues, algo. 

Mis sentimientos siempre son válidos, aún cuando no sean reales. Si yo físicamente estoy sintiendo una presión avasalladora en el pecho, mis extremidades me tiemblan y me cuesta trabajo respirar, todo eso es válido. Son respuestas fisiológicas de mi cuerpo ante una amenaza que está percibiendo. La amenaza no será real, pero las sensaciones claro que lo son.

Como tip, evita invalidar lo que estás sintiendo con frases como “ay, soy bien pinche intenso”, “no debería estar sintiendo esto” y “¿a Odín le gustaría verme así?”. Mejor escucha esa necesidad, siéntate un ratito con ella y atiende lo que te pide (puedes revisar este artículo para más tips). 

Un elixir para (casi) todo

Ya que quedó claro que hay algunas complicaciones válidas donde realmente no tienes agencia (moral), en todas las demás situaciones (que son las más), esta característica puede ser una solución a muchos problemas.

En un conflicto

De los primeros pasos para la resolución es el reconocer mi responsabilidad en el asunto. ¿Por qué? Porque así encuentro las áreas en las que tengo agencia y poder de cambio. Si le echo toda la culpa a mi pareja de lo que está pasando, eso también le da todo el poder y me pone en un lugar indefenso.

En los celos

Cuando identifico la necesidad detrás de los celos (así), puedo utilizar mi agencia para hacer una petición clara y específica que me acerque a mi pareja y nos lleve a un mejor lugar.

En los límites

Al darme cuenta de que los límites son para protegerme y no para controlar a la otra persona, toda la agencia es mía. Yo tengo el poder de cuidarme y atenderme.

En la diferencia en deseo sexual

No estoy a la merced del deseo de mi pareja y no depende sólo de que esa persona quiera algo.

Al abrir mi relación

Puedo encontrar mis necesidades y hacer peticiones que me ayuden a sentirme seguro. No es como que “todo puede pasar”.

En la pinche pregunta eterna “¿dónde vamos a comer?”: Puedo empezar diciendo qué quiero yo y preguntarle a la otra persona, atendiendo y respetando que también tiene agencia para decidir. A veces me ha pasado que me siento tan omnipotente y poderoso, que temo expresar lo que quiero por miedo a que la otra persona lo haga aunque no quiera porque ni modo que me diga que no.

La agencia es como un músculo y muchos de nosotros nunca lo usamos intencionalmente. Para hacerlo crecer, que sea fuerte y natural usarla, hay que practicarla de forma responsable y consciente. Poco a poco se volverá más normal expresar lo que necesitas.

1 Comentario

  1. Jaime, no sabes cuánto agradezco el estilo de redacción que tienes. Me has hecho comprender cosas que dos terapeutas anteriores estuvieron intentando decirme durante meses y no pude entenderles de una forma amorosa, lo que pasaba por mi pensamiento era que yo tenía la culpa o los demás la tenían, pero buscaba señalar a alguien como responsable en vez de ponerme a darle dirección a mis actos.

    Repito, agradezco tu forma de comunicar, creo que podrías incluso dar talleres de comunicación amigable a otros colegas tuyos :). Gracias por compartirte a tí mismo con todes, gracias por tu cercanía con los lectores y seguidores en redes y por formar comunidad. Un abrazo :3


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