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Relaciones cuasi-platónicas, más que amigos con derechos.

Hay amistades que son tan cercanas, que nos llevan a preguntarnos “nos llevamos tan bien, ¿por qué no somos pareja?”. Puede ser que pasemos mucho tiempo juntos, tengamos muestras de cariño constantes, nos cuidemos, confiemos el uno en el otro y hasta haya interacción sexual, pero no estamos “enamorados”.

Por otro lado, hay personas como yo que nos sentimos conflictuados cuando las líneas que dividen los tipos de relaciones se vuelven borrosas. Hasta hace poco, yo pensaba firmemente que no podría tener sexo con un amigo, aún si nos gustásemos porque eso “podría arruinar la amistad”.

Fue entonces que me di cuenta de que la escalera eléctrica de las relaciones aplica para las amistades también y que los amigos no estamos exentos de los mitos del amor romántico.

El mundo no es el arca de Noé

En los medios y en nuestra educación, hay una narrativa predominante que nos enseña a considerar emparejarnos como el objetivo máximo de nuestra existencia. Puedes tener un trabajo excelente, un hogar hermoso, mascotas, amigos y ser inmensamente feliz, pero siempre habrá alguien que diga algo como “pero, ¿con quién lo vas a compartir?”. Nótese que los amigos son invisibilizados debido a su estatus “menor” en la jerarquía de los afectos.

Esta tendencia tiene un nombre: amatonormatividad (sí, suena a trabalenguas). Elizabeth Brake lo define en Minimizng Marriage como:

“El enfoque desproporcionado en relaciones maritales y amorosas como lugares especiales de valor y la presunción de que el amor romántico es una meta universal. La amatonormatividad consiste en asumir que una relación central, amorosa y exclusiva es normal para los seres humanos y que es una meta universalmente compartida, y que tal relación es normativa en que debe ser un objetivo por encima de otro tipo de relaciones”.

¿Alguna vez habías considerado que, tal vez, tener pareja no es un requisito para ser feliz? Creo que la única película de Disney donde esto sucede es Frozen (y no dudo que pronto saquen algún corto donde Elsa encuentre su ‘verdadero amor’, por más odioso que sea). La respuesta inmediata tal vez es “¡obvio! ¡yo soy una persona completa!”, pero cuidado con el mito del amor romántico que nos dice que somos libres de influencias externas. Por más deconstruidos que estemos, seguimos viviendo en una sociedad que nos bombardea con el mismo mensaje por todos lados, todo el tiempo.

 

Desdibujando los límites del amor

En mi búsqueda para entender conexiones que van más allá de la mononorma y la heteronorma, he descubierto una gran cantidad de conceptos y posibilidades nuevas para relacionarme.

Por poco que se mencione, hay un camino preestablecido para los amigos y tiene un techo de cristal bastante rígido. Es de esas cosas que no sabes que conoces hasta que te lo topas. Vas muy bien con un amigo y de pronto pasa algo que te hace pensar “ay, no, creo que estamos cruzando una línea”. Ese “algo” puede ser una muestra de afecto físico “demasiado intensa”, alguna palabra o sensación “fuera de lugar”.

Aquí es donde entran las Relaciones Queer Platónicas, Cuasi Platónicas o Quirky Platónicas (QPR a partir de este momento). Estas son relaciones donde hay cercanía emocional y dedicación comparadas a una relación romántica, pero con una naturaleza platónica.

Las QPR pueden incluir afecto físico, acercamiento emocional y actividades que socialmente están restringidas para parejas románticas como tener sexo, vivir juntos y tener hijos.

“¡Ay, Jaime, eso ya es ser novios y hacerse pendejos!”, dirán algunas personas. Y sé que suena así, precisamente porque tenemos el chip de cómo se deben ver las relaciones y no consideramos que puedan ser otra cosa.

 

Entonces, ¿dónde está lo platónico?

Cuando leí esto, me hice la misma pregunta. Hasta donde yo tenía entendido, una relación platónica implica que no se consuma ese lado romántico. Si ya hacemos todo lo que hacen las parejas, ¿qué falta?

Lo platónico de estas relaciones está precisamente en la intención y la vivencia de tener un vínculo romántico. De hecho, si lo piensas detenidamente, no hay mucha diferencia entre una relación romántica y una amistad en cuanto a la conexión que se genera. Un amigo puede ser tu confidente, tu apoyo, tu compañero y tu cómplice, puedes tener un compromiso con él e incluirlo en tu vida, a veces aún más que a una pareja. Sin embargo, el sexo no se considera una posibilidad porque se piensa “exclusivo de relaciones románticas” (o encuentros casuales sin importancia).

¿Cómo sería mi mundo si pudiera responsabilizarme de mi propia sexualidad y disfrutarla como yo decido? La idea de que el sexo es “sucio” porque se hace fuera de una relación o que “sólo es conexión cuando hay amor de verdad” todo viene de esos mitos del amor romántico. Tú puedes tener una relación sexual, conectando con la otra persona desde un nivel físico y espiritual, sin necesidad de que tengan planes de vivir juntos y construir un vínculo eterno.

Es tiempo de empezar quitarle al amor romántico el monopolio que tiene sobre las expresiones físicas de afecto y placer, incluyendo el sexo.

Subtítulo – Amigos con derechos

En el mundo de la no monogamia consensuada/ética, es muy común generar nuevos conceptos para llenar vacíos que quedan por la mononorma. Es como haber estado usando sólo lápiz para dibujar y de pronto darte cuenta de que hay toda una caja de crayones disponible para ti. Si nunca habías visto el color azul, puedes querer decirle “negro menos obscuro, pero no gris”. Puede sonar absurdo para ti que tienes el vocabulario para identificar colores, pero cuando vayas a comprar pintura a una tienda no te sorprendas cuando pienses “ay, todos son amarillo y ya”.

Las Relaciones Cuasi Platónicas pueden sonar a amigos con derecho y nada más. Nuevamente, nos encontramos con el “negro menos obscuro”. Una relación de amigos con derechos está, desde su propio nombre, definiéndose como que tiene acceso a cosas que no debería, a “derechos exclusivos de otra relación”. Las QPR no están tomando derechos de ninguna otra relación, ya que los mantienen intrínsecamente.

De hecho, el concepto de QPRs es bastante nuevo. Según este artículo se registró su uso por primera vez en diciembre 25, 2010, luego apareció en Tumblr en el 2011 y finalmente en el 2014 surgió como una alternativa para las personas arománticas (no, no aromáticas, aromáNticas).

Cuando empezó el concepto, se buscaba cómo referirse entre personas que estaban participando en una QPR. No son novios, ni pareja, pero amigos resulta quedar como un concepto bastante reducido. Como broma, se decía “pues como no hay concepto, puede ser lo que sea, tú puedes ser mi zucchini (calabacita)”. Cómicamente, se popularizó tanto que ahora es un término aceptado. Literalmente puedes decirle a alguien en este ámbito “quiero que seas mi zucchini”.

Finalmente, las etiquetas sirven para identificarnos y poder relacionarnos mejor. Recuerda que las etiquetas no son un problema, los moldes restrictivos sí.

 

Una alternativa para las personas del espectro aromántico (aro-spec)

Al encontrarnos con la posibilidad de vincularnos de una manera diferente al status quo hetero y mononormativo, nos topamos con que puede haber modelos y orientaciones que se sienten mucho más cómodas y auténticas para nosotros. Algo así puede suceder con las personas del espectro aromántico (asexuales, demisexuales, grisexuales, etc.), aunque tal vez surja el problema de cómo vincularse desde ahí. Siendo que las orientaciones aro-spec no necesariamente van a vincularse desde un lugar romántico o sexual, el estándar de lo que “debería” ser una relación será incómodo y problemático.

Aquí es donde una posibilidad como las QPR se vuelve extremadamente útil. Se abre la posibilidad de vincularse, encontrar conexión, cercanía y una relación satisfactoria desde las necesidades particulares que tienen. Se dejan atrás las imposiciones innecesarias y se abre el camino a construir hacia un lugar de amor y compasión.

Y no sólo para las personas aro-spec, sino para todos aquellos que buscamos relacionarnos de una forma ética.

 

No lo uses como un arma

Como todo lo útil, es súper fácil tomar esto y usarlo para violentar a otras personas. No vuelvas este tipo de relaciones una excusa para no atender a la persona con quien te estás vinculando. Estas relaciones siguen los pilares de la ética y requieren tener en cuenta la responsabilidad afectiva

1 Comentario

  1. Sólo quiero contarte algo, soy una mujer que vivió una experiencia amorosa que coincidió paralelamente con una curiosidad de entender el mundo de la sexualidad, del feminismo y que además la experiencia con ésa persona fue …. ya no sé como fue, se que sentí, y fue frustración, dolor, violencia… pero me hizo taaantas preguntas esa experiencia que me permitió, entre muchas otras cosas más, llegara ti y uffff si que me traes mal. Soy Colombiana, maestra de colegio, tengo 33 años, soltera, mmm creo que bisexual, o pansexual… bueno no me conflictua que soy, pero me parece increíble saber que podemos ser tantas cosas, que no eras solamente de sexo femenino y y por ende te gustan los hombres y …. lo que ya sabemos, si no que eres lo que quieres y donde te sientes bien, hoy acá quizá mañana en otro lado…. estalló mi cuerpo en colores!!!!

    Gracias, gracias por compartir tanto, me hace falta tanto tiempo para leerte y aprender que cuando lo tengo te disfruto mucho… Gracias!


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