Este es el tema del que muchos queremos hablar. Cuando empecé a considerar la idea del poliamor, los celos definitivamente fueron lo primero que investigué. ¿Cómo le hacían estas personas para poder superar sus celos? ¿Qué hacían con esa presión en el pecho, esa mandíbula apretada, hombros y espalda tensos, junto con todas las fantasías catastróficas que inundaban mi cabeza cuando imaginaba la mínima posibilidad de que mi pareja se interesara por alguien que no fuera yo?
Huimos de lo que no nos gusta
Desde que estaba en relaciones monógamas me identificaba como un hombre muy celoso y controlador. Para volverme menos «tóxico» (puedes leer aquí por qué lo pongo entre comillas), leí acerca del origen de los celos, su fundamento fisiológico y me pregunté, como algunos de ustedes, si es normal sentir celos.
¡Por supuesto que no es normal!, pensé.
Cuando mi pareja me contaba de alguien de su pasado, sentía un vacío en el estómago y un apretón en el pecho. Ya, no me cuentes más. No necesito saber. y paraba la conversación. Al menos la conversación con él porque en mi cabeza había una cascada de pensamientos que detonaban más reacciones fisiológicas desagradables.
Y es que los celos no son un sentimiento por sí mismos, son una mezcla de varios otros. Cuando surgen, puedes sentir miedo, tristeza, inseguridad, enojo, soledad, rechazo, ansiedad, desesperación y frustración entre otros.
En nuestra sociedad estamos entrenados a buscar la forma más rápida y efectiva de dejar de sentirnos «mal». Si tienes un dolor de cabeza, tómate una aspirina; si te sientes cansado, toma un café; si estás triste, habla con un amigo para que se te quite y te sientas mejor pronto. Le tenemos tanto miedo a nuestras emociones que hasta las describimos como negativas.
Por supuesto que los celos, siendo una bomba de emociones, son clasificados como tóxicos e indeseables. Hay quienes dicen que si los sientes, ¡te hace falta madurez y deconstrucción!
Los celos como comida
Todo esto nos lleva a usar los celos como comida. Tomamos esos pensamientos y sensaciones y tratamos de reprimirlo o huir de ellos, sin darnos cuenta de que lo único que hacemos es alimentar esas emociones que nos dan tanto miedo.
Los celos alimentan tu inseguridad cuando te llevan a compararte con otras personas, sabiendo que siempre habrá alguien que tenga algo que tú no tienes. Alimentan tu enojo cuando no puedes hacer nada para detener una situación y te sientes tratado de manera injusta. Incrementan tu miedo y ansiedad cuando intentas evitar ver la realidad y cierras tus ojos, pensando solamente en una inmensa cantidad de fantasías catastróficas.
¿Los celos así son malos? No. ¿Son agradables? Por supuesto que no.
Al tomarlos y echarlos como papa caliente al bote de tu interior, se vuelven el combustible para el fuego que son tus reacciones fisiológicas. Ese dolor físico que sientes es real y sólo tú sabes cómo es.
En algún momento, cuando aún tenía una relación monógama con una de mis parejas, tuvimos una situación así. Poco después de empezar a vivir juntos, me comentó que había tenido sexo con una persona que a mí no me caía nada bien y que, además, vivía junto a su trabajo. Por mera coincidencia, el siguiente día llegó más tarde a casa de lo normal. Yo estaba angustiado, enojado, frustrado y dolido pensando en la posibilidad de que se hubiera ido con él. Mi pareja llegó a casa y tuve dos opciones: tragarme mis celos y alimentar esa tensión, ese vacío en el estómago y en el corazón o hacer algo con ellos.
Durante muchos años, me acostumbré a tragarme esos sentimientos. Siempre pensando que estaban mal, debía dejar de sentirlos y seguir con mi vida. Nunca me funcionó. Sólo me llevaron a tener discusiones después que escalaban mucho más allá de lo que pudieron haber sido en un momento.
Ese día, tomé a mi pareja de la mano y le dije estoy teniendo muchos celos. Tengo miedo de que te hayas ido con el sujeto que me platicaste ayer, me siento triste y adolorido. Esto que siento no tiene nada que ver con la realidad y no importa si sucedió o no. En este momento no te estoy acusando ni sospecho nada, por lo que no te pido que me expliques nada. Sólo quiero poder compartir mi malestar contigo y buscar una forma de sentirme mejor. Me gustaría que me ayudaras, ¿puedes? ¿quieres?
Los celos como amigos
¿Qué pasa si en lugar de tratarlos como algo horrible que no queremos tocar tomamos otro camino?
Las emociones y sensaciones tienen una función y existen para algo. Nos han enseñado a tenerles miedo y huir rápidamente en lugar de aprender a sentarnos con ellas a escucharlas. Si te sientas con tu cansancio sin distractores o estimulantes y escuchas lo que te dice, probablemente sea algo tan sencillo como «necesito descansar«.
Probablemente no tengas una muy buena relación con tus emociones desagradables. Es posible que hayas pasado gran parte de tu vida ignorándolas, haciéndolas a un lado, devaluándolas o peleando con ellas. Imagina a un amigo que tiene tu bienestar como prioridad y que siempre intenta avisarte de lo que necesitas pero lo tratas así. Eventualmente se desesperará y recurrirá a medidas más intensas para que lo escuches.
Tus emociones hacen lo mismo.
Cuando me senté con mis celos, la pasé muy mal. Fue como estar cayendo en un espiral obscuro sin saber cuándo iba a parar. Afortunadamente, al quedarme atendiendo mi sensación sin seguirle dando de comer ideas y sin intentar huir, la incomodidad extrema pasó bastante rápido. Lo que quedó detrás fue un mensaje muy útil.
En mi caso, mis celos me estaban avisando de mi necesidad de cuidarme, reconocerme y ponerme como prioridad. Mi miedo a que mi pareja me abandonara me habló de mi creencia de que no soy valioso. Mi ansiedad de que pasaran cosas que no podía controlar me comunicaba la necesidad de sentirme seguro. Mi tristeza por pensar que mi pareja se olvidaría de mí estando con otra persona me mostró lo poco que me reconozco y cuido. La soledad que me abrumaba cuando no estaba con mi pareja me hablaba de una necesidad enorme de sentirme suficiente.
No te los quites, úsalos
Después de que logré hacer eso, mis relaciones dieron un giro maravilloso. En lugar de simplemente sufrir porque tenía celos, pude platicar con mis parejas desde mi necesidad y pedir exactamente lo que me hacía falta.
Celos: No quiero que salgas con él
Necesidad: Tengo miedo de no ser valioso para ti, ¿podríamos buscar algo juntos para que me sienta valioso para ti?
Celos: Es que si te vas, quién sabe qué vas a hacer y a qué hora vas a regresar
Necesidad: Me siento inseguro cuando sales, ¿qué podemos hacer juntos para ayudarme a sentir seguridad?
Celos: Si te vas con él, voy a desaparecer de tu mente y de tu corazón
Necesidad: Me da tristeza pensar que no soy importante y soy reemplazable. ¿Puedes ayudarme a saber lo que aporto a tu vida y cómo soy importante?
Suena fácil. No lo es. Requiere reprogramar años y años de enseñanzas y creencias. Es necesario sentirse seguro y con la fuerza para ver al monstruo de ojos verdes a la cara para poder conocerlo.
Pero ya que lo conoces, puede ser tu amigo. Puede ayudarte a identificar lo que necesitas y pedirlo para sentirte más pleno en tus relaciones.
15 Comentarios
Gracias por este post. 👏🏼👏🏼👏🏼
Me emocioné mucho leyendo esto, muchas gracias por compartir tus ideas y vivencias. De alguna manera me hace sentir mas tranquila, menos sola y me reafirma las elecciones que he ido haciendo en mi vida. Se me hace dificil, rodeada de amigas y relaciones monogamas o reglas externas de como es que debería ser una relación poliamorosa (usualmente recordada por amigas monogamas), explicar y argumentar el porque trabajo en mis celos o porque considero que algo bueno puede salir de ellos, explicas lo que siento hace mucho. Muchas gracias por tus palabras, literalmente. Me identifico mucho con tus procesos, quizá por que estoy justo en la vorágine del asunto. <3
[…] de que si lo pienso demasiado, los celos y mis inseguridades evitarán que pueda forzarme a llevarlo a […]
[…] ¿Qué es lo que necesitas en ese momento del conflicto? Seguramente surgen sensaciones y emociones desagradables en el momento. ¡No huyas de ellas tan rápido! Aprovéchalas porque pueden avisarte específicamente qué necesitas. Puedes ver cómo aquí. […]
hermoso artículo, muchas gracias, estoy pensando de proponer de leer los artículos de este blog con mi pareja
[…] cuando te están carcomiendo los celos y en lugar de sentarte a platicar con ellos (aprende cómo aquí), te la pasas diciéndote que no debes sentirte así y que es absurdo porque tu pareja te ama, […]
[…] me siento herido desde adentro. Y es que la vergüenza no es sólo un sentimiento, es algo parecido a los celos en tanto que involucra varias emociones y depende de las circunstancias. Sin embargo, no sé cómo haya sido para ti, pero a mí no me enseñaron a distinguir las […]
[…] aquí) y el otro sí. Lo que he aprendido es que estos celos no son tóxicos ni malvados, de hecho así los he transformado en mis amigos para poder aprovechar lo que me […]
[…] lo que estoy sintiendo, puedo ver la necesidad que hay detrás y atenderla. Como explicaba en este artículo acerca de cómo los celos pueden ser tus amigos, si siento miedo de que mi pareja salga con alguien porque pueda olvidarse de mí, sé que necesito […]
Gracias por este post. Después de años de no sentir celos, de repente saltaron todas mis inseguridades en un vínculo incipiente. Entiendo todo lo que está pasando, tengo que poner en práctica en mi cabeza.
Me he identificado con algunas de tus necesidades, y comparto las sensaciones físicas: los hombros tensos, el pecho apretado, la mandíbula tensa, y en mi caso lo acompaño con un nudo en el estómago y la garganta tensa.
Sin duda, acercarme a mis celos ha sido una buena oportunidad de resignificar vivencias y creencias.
Gracias por este artículo, con un lenguaje y narrativa sencilla, pero con mucha profundidad.
Quiero decirte que sos una buena persona, porque elegiste exponerte, crecer, cuestionar y no como cualquiera sino preparándote profesional y seriamente para esto, desde ese lugar de amor en el que estás trabajando estás mejorando la calidad de vida de cientos de personas en el mundo. Felicitaciones
Estoy leyendo esto después de una crisis garrafal que culminó en la revisión de un celular y encontré cosas sin contexto que obvio no ayudaron en nada y solo detonaron más cosas negativas… No sé ni por dónde empezar , pero gracias necesitaba esto y creo que me ayudará. Que difícil es eso de gestionar emociones de manera racional …
Justo lo que necesitaba. Salgo con un hombre que tiene una hija y que mantiene una comunicación constante con la mamá y que trata de compensar su ausencia de la manera en que puede. Eso me habla bien de él, pero para mí es tortuoso. He tratado de ser «racional» frente a la situación, pero creo que me he estado comiendo mis celos e invalindádolos porque no quiero ser la novia «tóxica». Pero esa es la estrategia errónea. Lo conversaré con él.
Mil gracias <3
Me ayudó un montón, ya leí casi todo el website (y creo que lo voy a releer) jajaja, muchas gracias por tu trabajo Jaime!