
Como hombre homosexual cisgénero y poliamoroso, la vergüenza no me es nada ajena. Cuando era niño, le pedí a mi mamá que me comprara unas hermosas casitas de Sailor Moon que estaban PRECIOSAS. Traían sus muñequitas, unos stickers para decorar la casa, muebles y hasta platitos. Muy contento las puse en un estante en mi...