Skip to content

Amando a varias personas: El amor no es un pastel

No es lo que siento por ti, sino lo que no siento por nadie más.

Jaime Sabines

Durante mi tiempo en la monogamia, las relaciones de pareja eran bastante directas, al menos en el camino que deberían seguir. Conocía a alguien, nos gustábamos, salíamos y comenzábamos a conocernos hasta empezar a querernos. Posteriormente, si la relación seguía bien, sabía que tendríamos sexo, viviríamos juntos, nos casaríamos y viviríamos felices para siempre. En algún punto de ese camino, dejaríamos de decirnos “te quiero” para pasar al mucho más significativo “te amo”. Todo eso era un hecho que ni siquiera pensaba cuestionar ya que era obvio.

¿Y el anillo pa’ cuándo?

En poliamor a eso le llamamos la escalera eléctrica de las relaciones (the relationship escalator). Si te subes al primer escalón, se espera que te sigas moviendo hacia arriba. Si te quedas en cualquiera de los escalones por más tiempo del esperado, te preguntan cuál es el problema que tu relación claramente tiene (la escalera está defectuosa). Un noviazgo que lleva años sin hablar de matrimonio genera curiosidad en la gente (“yo creo que no van en serio”).

Es como si la única forma en que tu relación fuera válida, seria y real fuera que siguiera avanzando en ese camino predeterminado, te guste o no.

Por supuesto, las relaciones poliamorosas no gozan de ese guión prescrito indicando hacia dónde deben ir. Afortunadamente, eso significa que tenemos la oportunidad (y responsabilidad) de decidir cómo queremos que se vea nuestra relación. Cada relación con cada persona nueva es diferente y requiere una construcción conjunta a base de mucha comunicación.

Entonces, ¿cómo sabes a quién amas?

Este ha sido de los puntos que más me ha costado entender. Algo que diferenciaba claramente a mi amor verdadero de mis amigos, conocidos y ligues era el decir te amo. Era un sentimiento único, evidente, que expresaba sólo a mi pareja. Cuando una relación terminaba, no dejaba de amar a esa persona pero asumía que ese te amo ya no le correspondía. Después conocería a alguien más y volvería a amar.

Nunca consideré que realmente ese amor no desaparecía, sólo se iba al fondo.

En mi vida jamás pensé que podría decirle a dos personas que las amo simultáneamente. Debo confesar que más de una vez me detuve a observar el sentimiento y tratar de entenderlo. Se siente diferente, a pesar de que sé que en ambos casos es amor. ¿A quién amo más? ¿A quién amo realmente?

Una rebanada de amor para ti y tres para mi marido.

El amor que siento por mis amigos y mi familia es diferente. No es que ame más a unos que a otros, ni que uno sea real y el otro no. De alguna forma consideramos que el amor romántico es tan único que ése sí escasea.

Uno de mis sabios amigos tiene una excelente analogía para este tema. Él dice que mucha gente ve el amor como si fuera un pastel. Si le doy mi amor a una persona y después decido dárselo a otra, me quedan menos rebanadas que darle. Sin embargo el amor no es pastel. El hecho de que yo ame a un amigo, a mi pareja y a mi familia no quiere decir que tengo que distribuir pedazos de corazón entre ellos y a ver a quién le toca más. Todos tienen su pastel completo.

¿Y ya? ¿Así de fácil?

¡Ojalá! Al menos para mí ha sido un largo camino de deconstrucción y reaprendizaje de muchas cosas que aprendí en mi tiempo en la monogamia. He tenido que tomar mis celos, desarmarlos en muchos pedacitos y enfrentarme a miedos, inseguridades, ansiedad y temas de autoestima que no sabía estaban ahí. He tenido que aprender que mi pareja no es mía, simplemente elige estar conmigo y es libre de irse cuando quiera. He tenido que tomar la palabra “novio” y darle la vuelta, desmenuzarla y finalmente desecharla.

Hoy mi escalera ya no se mueve sola. Si me quedo en un escalón en alguna de mis relaciones sé que es porque ambos acordamos estar ahí. De las lecciones más importantes que he aprendido en esto del poliamor es a ser intencional en mis relaciones. Soy responsable y participante activo en la construcción de mis relaciones románticas.

1 Comentario


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compras