¿Cuál es la diferencia entre tener una serie de citas casuales y empezar una relación formal? ¿Es sólo el título lo que cambia?

22 de mayo de 2022by Psic. Jaime Gama1
Popularmente, se confunde la “codependencia” con buscar que alguien satisfaga tus necesidades de conexión, atención, sexo y apapacho. ¡Como si esto fuera algo sin lo que se pudiera vivir! Aún así, vemos como “intensas” a las personas que buscan esta conexión y se alaba a aquellas que son independientes y no “necesitan a nadie”. Si tengo a dos personas, una de ellas se siente triste cuando la persona que ama se va por un tiempo y la otra ni cuenta se da, ¿quién tiene el apego más sano?
Spoilers: eso no es un factor determinante.
Apego Seguro ¿Qué es?
Si no has leído Polysecure de Jessica Fern (y estás cómodo leyendo en inglés), ve a comprarlo en cuanto termines de leer este artículo. Ella dedica todo un libro al concepto, yo sólo voy a explicar la idea en general.
Cuando la gente escucha apego seguro, se imaginan que es alguien independiente emocionalmente, no siente celos ni inseguridad, está relajado y zen todo el tiempo y, además, emana algún tipo de luz divina. Como te imaginarás por el sarcasmo con el que escribí eso, esa idea es completamente errónea. Para empezar, no es que una persona tenga apego seguro y ya, sino que el concepto se refiere a las relaciones que tenga. En otras palabras, una persona puede tener dos relaciones, una con apego seguro y otra con apego inseguro. Es más, ni siquiera es algo permanente.
Yo tengo una relación con apego seguro cuando cuento con las herramientas suficientes para lidiar con la amenaza que presenta saber que el objeto de mi afecto y seguridad se ausenta. Esto no implica que no sienta nada. De hecho, se espera que me sienta amenazado o temeroso, ¡literalmente estoy perdiendo una fuente de seguridad y amor! Lo importante es que sea capaz de pedir lo que necesito, atender mis necesidades y encontrar alternativas para lidiar con la situación.
Una persona cuyo vínculo se retira y dice “pues equis, si se va no me importa”, me suena más a que tenga apego evitativo. Este apego se caracteriza por evitar tener cercanía y “resignarse” a que, de todos modos, el vínculo afectivo no es confiable y se va a perder, así que mejor ni le hago al cuento. Por otro lado, a lo que muchos le llaman erróneamente “codependencia” puede ser más un apego ansioso, donde necesito que mi vínculo me dé seguridad constantemente porque siento que puedo perderlo en cualquier momento.
¿Puedes hacer un quiz para conocer tu tipo de apego predominante? Sí. ¿Sirve de mucho? Pues no porque, nuevamente, depende de tu relación con la persona y cómo se desarrolle. ¡Y varía de relación a relación! Puedes tener un apego seguro con tu mejor amigo y uno ansioso con tu otro mejor amigo.
Politip: No hagas de esto un arma. Nada de esto es para que vayas a decirle a tu pareja “¿ves cómo si tienes broncas y tienes que cambiar cómo eres?”. Recuerda que yo no soy nadie para decirle a otra persona cómo vivir. Si no me satisface tu forma de amar, el que tiene que cambiar soy yo.
¿Quiero una relación de apego o una conexión segura?
En la monogamia tradicional, el amor y la intimidad están bastante monopolizados. Se espera que cierto nivel de afecto esté reservado exclusivamente para tu pareja. Ya en círculos de relaciones éticas (incluyendo a la monogamia ética), están surgiendo alternativas como los amigos queer platónicos (QPR), con quienes se puede tener cercanía, amor y hasta sexo sin esperar construir una relación romántica.
“A ver Jaime, pero sí ya se abrazan, se besan, tienen sexo y se aman, pues ya son novios, ¿no?”, pensarás tal vez.
Aquí regreso a la maravillosa Jessica Fern que habla de dos tipos diferentes de relaciones/conexiones: relaciones basadas en apego y conexiones seguras.
En pocas palabras, podemos buscar relaciones que satisfagan nuestras necesidades de apego (armonización emocional, respuesta cálida y contacto físico). Popularmente estos serían los “novios” o “parejas”, porque se vuelven vínculos confiables en los que podemos depender cuando lo necesitamos. Jessica Fern describe este tipo de relaciones como aquellas donde:
  • Estamos presentes para el otro regularmente
  • Nos damos prioridad (por elección, no obligación)
  • Nos atesoramos activamente
  • Hacemos el trabajo requerido para construir una relación
  • Puede incluir construir una vida juntos, pero no es un requisito para el apego seguro
En mi vida, yo tengo dos vínculos basados en apego. Vivo con uno de ellos y durante años hemos construido un proyecto juntos, compartimos intimidad y finanzas hasta cierto punto. Mi otro vínculo y yo no vivimos juntos, pero también hemos construido proyectos y planes juntos. Lo que es esencial en estas relaciones para mí es que ellos son un lugar seguro al que puedo regresar y confiar en que estarán conmigo.
Mi apego seguro con ellos se ve así: cuando nos separamos por mucho tiempo, siento tristeza y los extraño. He aprendido a disfrutar estas sensaciones también y a escucharlas para saber qué necesito y poder pedirles a ellos que me ayuden a atenderme.
Por otro lado, las conexiones seguras son relaciones donde no estamos buscando tener esas necesidades cubiertas. Más bien, son personas con quienes no tenemos contacto diario o regular, pero sabemos que estarán ahí y cuando les contactemos será como si no hubiéramos pasado tiempo alejados.
En relaciones poliamorosas, los vínculos conocidos como cometas, satélites o casuales serían conexiones seguras, mientras que nuestros vínculos afectivos serían relaciones basadas en apego.
¿Cómo sé si quiero una relación basada en apego o una conexión segura con alguien?
A veces no tenemos idea de que podemos elegir cómo relacionarnos con la persona que nos gusta y que nos atrae. Pareciera que el enamorarnos es una condena y que no tenemos más opción que caer redonditos a la merced de la escalera eléctrica de las relaciones. Es importante empezar desde qué quiero yo, cómo lo quiero y, entonces, elegir basándonos en cuestiones de compatibilidad.
Ya sé, no suena tan hermoso como ver al amor de tu vida en una app de ligue, digo, librería y hacer un click mágico, pero te aseguro que es mucho más funcional.
Un buen lugar de inicio es conocer qué tipo de compromiso quiero y cómo se ve. Algunos ejemplos que da Jessica en Polysecure (y que no son los únicos ni los «correctos») son:
  • Compartir detalles íntimos (esperanzas, sueños, miedos) y ser vulnerable con la otra persona
  • Presentar a un vínculo con personas que sean importantes para ti
  • Ayudar a un vínculo con sus proyectos (mudanzas, trabajo, compras, etc.)
  • Compartir tiempo frecuente y regularmente, tanto mundano como novedoso
  • Hacer de la persona una prioridad, definiendo primero qué significa eso para cada quien
  • Planear viajes juntos
  • Estar disponible para el vínculo cuando están enfermos o necesitan apoyo
  • Colaborar en proyectos juntos
  • Tener comunicación frecuente
  • Ofrecer apoyo físico, logístico o emocional
Todo esto no es para decir “ah, si las tienes todas, entonces es una relación basada en apego”. Son puntos de partida para conocer qué quieres en tu relación y puede aplicarse a relaciones de apego o a conexiones seguras. De igual modo, ambos tipos de relaciones pueden funcionar como refugio y como base segura (conceptos de los que hablaré en otra entrada).
Recuerda que amar es una elección, no un accidente. Aún si decides no reflexionar acerca de lo que quieres y te “dejas llevar”, sigues haciendo una elección y eres responsable de lo que suceda.

One comment

  • Antonio

    30 de mayo de 2022 at 8:54 PM

    Entre personas adultas, cualquier acuerdo está permitido y eso me parece perfecto, sin embargo, al final solo leo otra forma de toxicidad: la de no querer perder pan ni pedazo. Siempre habrá alguien que salga perdiendo, sin importar que se crea que se está ganando. Sí, hay honestidad en el punto en el que las 3 partes llegan a consenso, pero estoy seguro de que, a la larga, esa conducta puede ser mucho más dañina y autodestructiva que beneficiosa para las partes involucradas. Y eso que no estoy tomando en cuenta otras variables tales como que, al menos una de esas 3 partes puede llegar a ser «infiel» y el juego ya no pasa a ser de a 3, sino de a 4 o incluso más, tornando la intimidad en un espacio completamente inseguro desde el punto de vista de la salud, esto porque puede aumentar exponencialmente el riesgo a contagiarse de ETS.
    Bueno, ese es mi juicio al respecto (entendiendo como juicio algo que puede ser o no fundado).
    Saludos.

    Reply

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