El apocalipsis de tu relación: Los cuatro jinetes

29 de junio de 2020by Psic. Jaime Gama3

Imagina estar en un día hermoso, en uno de tus lugares favoritos. A tu lado, está una persona que amas profundamente y están pasando el mejor tiempo de sus vidas. De pronto, te parece escuchar una trompeta a lo lejos y te dan escalofríos porque sabes qué significa. El clima cambia ligeramente, es algo casi imperceptible, y la persona a tu lado te ve un poco diferente. Hay algo inusual en su mirada pero lo reconoces. Sabes que ahí viene. Te levantas y haces lo posible por arreglar el mundo e impedir lo inminente. Entonces sientes algo en ti que cambia, una presión en tu pecho que comienza a crecer y ya no hay escapatoria.

Sin saber cómo, esa persona y tú están discutiendo primero acerca de algo banal como quién fue el último en lavar los platos porque hay una cuchara sucia e inmediatamente después acerca de cómo nunca se escuchan y siempre se hace lo que el otro quiere.

Tal vez te suene familiar. Si es así, ya conoces a los cuatro jinetes del apocalipsis. Cada uno más destructivo que el anterior y todos anunciando la llegada de un conflicto que irá escalando hasta terminar la relación.

El doctor John Gottman del instituto Gottman afirma poder predecir con hasta 90% de certeza el fin de una relación a partir de la presencia y persistencia de los cuatro jinetes del apocalipsis: crítica, estar a la defensiva, desdén y stonewalling. Estos son estilos de comunicación que generan conflicto y evitan la comunicación y la conexión.

El primer jinete: Crítica

Los cuatro jinetes están íntimamente conectados con los pilares de las relaciones éticas. El primero se ve así:

A: ¿No sacaste a los perros? ¡Eres un flojo y un irresponsable!

La crítica como estilo de comunicación se enfoca en atacar lo que tu pareja es, no lo que hace.

En otras palabras, descalifica e invalida a la otra persona en cuanto a su personalidad y forma de ser, más que concentrarse en un hecho específico. En el ejemplo, el problema es que la pareja no sacó a los perros y eso puede arreglarse fácilmente. Sin embargo, el ataque se va hacia la integridad del otro. Esto es un problema porque, para empezar, la crítica prepara el terreno para que surjan los otros tres. Es violento ya que es un ataque directo hacia la otra persona. Al recibirlo, puede experimentarse como rechazo o dolor y frecuentemente el conflicto escala exponencialmente.

Pero, ¿y si no sacó a los perros?, pensarán algunos de ustedes. Aquí primero hay que considerar que, como seres humanos, tendemos a generalizar. ¡Nuestro cerebro lo hace normalmente para poder maximizar la eficiencia con la que trabaja! Por eso algunas personas dicen ¿cuál es tu Pikachu favorito, el de fuego o el de agua? En las relaciones humanas, necesitamos actuar con compasión (lee cómo aquí) y considerar a la otra persona como un ser completo, complejo, con historia y pensamientos propios. Y cuidado con querer resolver toda tu relación en una conversación. Si lo que te molesta es que tu pareja SIEMPRE hace algo que no te gusta, tal vez es tiempo de preguntarte por qué estás con alguien que SIEMPRE hace eso.

Ahora, hay formas de expresar incomodidad o molestia sin necesidad de atacar a la otra persona. Si tienes una queja (como que no haya sacado a los perros), asegúrate de enfocarte en UN HECHO ESPECÍFICO y claro. Evita los hoyos negros de la comunicación (decir SIEMPRE, NUNCA, TODO y NADA), y ten cuidado con la crítica.

El segundo jinete: Desdén

Ya que escuchaste la trompeta de la crítica hay que estar alerta porque, de no tener cuidado, llegará el desdén. Cuando critico a la otra persona por lo que es y no por lo que hace, comienzo a ponerme en un lugar de superioridad moral donde claramente «yo sí sé cómo hacer las cosas». El desdén se ve así:

A: (Crítica) ¿Por qué dejas tu ropa por todos lados? ¡Eres un descuidado y un flojo! (Desdén) Pero claro, seguro así te educaron en tu casa y ni qué esperar de alguien como tú.

Este jinete se ve como burlas, sarcasmo, imitaciones físicas o verbales y otras formas de expresar fastidio o desesperación porque la otra persona «no entiende lo mal que está». El receptor lo que experimenta es una sensación de ser despreciado, menospreciado y que tiene poco valor. Según John Gottman, este jinete es el principal predictor de divorcio.

Cuando el desdén prevalece, nos lleva a creer que la otra persona no tiene cualidades positivas. Probablemente esto lleve a la otra persona a vivirse como un ser negativo y enfermizo, con poco que dar en cuanto a amor y gozo. Se pierde la admiración por la otra persona y es muy difícil encontrar puntos de conexión e intimidad de esta forma. Generalmente, el desdén surge cuando hay pensamientos negativos que no se expresan y se han estado cociendo a fuego lento muy dentro de nosotros.

El tercer jinete: Estar a la defensiva

Este generalmente surge como reacción a la crítica. Cuando nos sentimos atacados, buscamos cómo defendernos y utilizamos excusas (explicaciones) o caemos en una victimización donde nos sentimos injustamente juzgados. Sin embargo, aunque nos estamos defendiendo de un ataque, lo hacemos invalidando al otro y se vuelve un espiral.

Ejemplo:

A: Ayer quedamos que tú harías de comer hoy, ¿lo hiciste?

B: No, no me dio tiempo.

A: (Crítica) ¡Siempre es lo mismo contigo! Eres un irresponsable.

B: (Defensividad) Pues estuve trabajando todo el día. Aparte, yo compré la comida y tú viste que yo estaba atareado, ¿por qué no lo hiciste tú?

En este ejemplo (y generalmente) la culpa se redirige al otro, probablemente resultando en una crítica o desdén que provoca defensividad en el otro.

Estar a la defensiva escala el conflicto ya que sólo agrega más capas de problema. Se vuelve un juego de ping pong donde cada golpe hace que la pelota crezca.

El cuarto jinete: Stonewalling (cerrarse)

Este último jinete llega a suceder como respuesta al desdén. Stonewalling es literalmente poner un muro de piedra; la persona se cierra y deja de responder a lo que la otra persona dice. Utiliza maniobras evasivas como desconectarse, actuar como si estuviera ocupado o distracciones.

Ejemplo:

A: Nunca escuchas lo que se te dice. Eres un distraído e irresponsable.

B: Ok, soy un irresponsable. Ya déjalo así. Me voy a acostar porque mañana tengo mucho qué hacer.

A: No hemos terminado de discutir.

B: Está bien así. ¿Qué quieres comer mañana?

Al sentirse abrumada por los otros tres jinetes, la persona reacciona comprensiblemente retirándose y poniendo una muralla. Este comportamiento puede ser válido como withdrawer o en forma de timeout, desafortunadamente, también puede volverse un mal hábito rápidamente.

En esos casos, es difícil detenerlo porque surge como una respuesta de agobio fisiológico.

¿Cómo detienes el apocalipsis?

Lo principal es empezar a identificar cuando cada jinete está tocando su trompeta. En ese momento pueden detenerse y utilizar el timeout negociado como herramienta de emergencia. Afortunadamente, cada jinete tiene su antídoto. En la siguiente entrada hablaré más a detalle cómo es cada antídoto, cómo llevarlo a cabo y qué hacer como medida preventiva.

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